La rosa secreta & Leyendas de Hanrahan el Rojo by William Butler Yeats

La rosa secreta & Leyendas de Hanrahan el Rojo by William Butler Yeats

autor:William Butler Yeats [Yeats, William Butler]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Relato, Otros
editor: ePubLibre
publicado: 1897-01-01T00:00:00+00:00


LEYENDAS DE HANRAHAN EL ROJO

1. HANRAHAN EL ROJO

Hanrahan, el maestro de escuela de Hege, un muchacho alto, fuerte, pelirrojo, entró en el cobertizo donde estaban sentados varios de los hombres del pueblo en la fiesta del Samhain[3]. Aquel lugar había sido antes una morada, y cuando el hombre a quien había pertenecido se construyó otra mejor, unió las dos piezas que la componían y la dedicó a almacén de diversas cosas.

Un fuego ardía en el venerable hogar, y también había cirios plantados en botellas y una negra damajuana de vino instalada sobre un par de tablones que estaban cruzados entre dos toneles para que sirvieran de mesa. La mayor parte de los hombres estaban sentados ante el fuego y uno de ellos cantaba una de esas macabras canciones de marcha que narraba cómo uno de Munster y otro de Connacht tuvieron una discusión a propósito de la excelencia de sus dos provincias.

Hanrahan se dirigió al dueño de la casa y dijo:

—Recibí tu mensaje.

Pero una vez pronunciadas estas palabras se cortó, porque había un viejo de las montañas que iba vestido con una camisa y pantalones de franela burda, que estaba sentado a un lado de la entrada, el cual le tenía clavados los ojos encima y le miraba sin cesar al tiempo que manipulaba entre sus manos un viejo juego de cartas.

—No le hagas ningún caso —dijo el dueño de la casa— no es más que un forastero; llegó hace sólo un rato, y como es la noche de Samhain le hemos acogido con hospitalidad, pero parece que no está en su sano juicio. Escúchalo ahora y te darás cuenta de lo que musita.

Se quedaron escuchando y pudieron oír que el viejo musitaba para sí mismo, mientras barajaba las cartas:

—Picas y diamantes, valor y poder; trébol y corazones, conocimiento y placer.

—Ésta es la clase de conversación con la que ha estado liado desde hace más de una hora —dijo el dueño de la casa, y Hanrahan apartó los ojos del viejo, como si le disgustara mirarlo.

—Recibí el mensaje —volvió a explicar Hanrahan—, y así me habló el mensajero: «Está en el almacén con sus tres primos carnales de Kilchriest, y algunos de sus vecinos están reunidos con ellos».

—Se trata de mi primo, aquel de allí, que está esperando para verte —contestó el dueño del lugar, y llamó a un muchacho vestido con una pelliza de lana que escuchaba una canción, y le dijo—: Este es Hanrahan, para quien traes el mensaje.

—Pues es seguramente un mensaje agradable —dijo el joven—, puesto que viene de tu prometida, Mary Lavelle.

—¿Cómo puedes tener un mensaje de ella, y qué sabes tú de ella?

—No la conozco, en efecto, pero estuve ayer en Loughrea, y un vecino suyo que tiene conmigo algunos asuntos me estuvo diciendo que ella había rogado que te avisaran, si encontraban en el mercado a alguien que fuese de esta región, para que te dijera que su madre había muerto, y que si tú aún guardas intenciones respecto a ella, está deseosa de mantenerte la palabra dada.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.